Devuelvan el aborto.
Me aguanté harto tiempo para escribir al respecto desde que el tema nuevamente se puso sobre la mesa. Tema que por lo demás no estaríamos discutiendo de no ser porque poco antes de entregar el poder, y siendo quizás uno de los últimos goles que nos hizo, la dictadura del General Pinochet abolió el aborto terapéutico, y el 15 de diciembre del año 1989 lo transformo en una figura penal. Es decir desde ese día cualquier mujer que por salvar su vida decidiera abortar, pagaría con cárcel. En la actualidad y según un informe del 2007, sólo 5 países, entre ellos Chile, prohíben el aborto terapéutico (Malta, El Vaticano, Nicaragua y El Salvador).
Pero ¿porque estamos hablando de esto nuevamente?… porque hace unas semanas los Senadores Fulvio Rossi y Evelyn Matthei presentaron un proyecto sobre el tema, que ojo!, no sólo habla de aborto terapéutico sino también de aborto eugenésico. La diferencia radica en que el aborto terapéutico es aquel que se realiza cuando la vida de la madre esta en peligro, en cambio el aborto eugenésico en su definición mas amplia es aquel que elimina al feto defectuoso, así tal cual, no sólo al que no será viable, sino que al defectuoso y en este grupo caben alteraciones cromosómicas viables como por ejemplo el Síndrome de Down. Sobre la definición de aborto directo e indirecto no hablaré puesto que son definiciones entregadas por la iglesia, y está no es una discusión teológica en ningún caso.
En salud habitualmente hablamos además del aborto eugenésico y del terapéutico, de aborto espontáneo e inducido, y nada más. En estos días de debate las posturas en contra del aborto además de ponerse la camiseta de la iglesia y comenzar el debate esgrimen argumentos como por ejemplo, que los casos son muy pocos, que estadísticamente no se registran abortos terapéuticos desde hace 25 años según me dijo alguien el otro día en Twitter. El problema es que como el aborto es un procedimiento penalizado las estadísticas están lejos de ser precisas, producto del sesgo que su condición de delito le otorga. Otra cosa muy frecuente con la que me he encontrado en estas semanas de debate es que confunden el concepto de eugenésico y terapéutico, y me he dado cuenta que respecto del aborto terapéutico en general todos están de acuerdo y apoyan su legalización, el problema está en legislar sobre el aborto eugenésico.
Primero que todo y entendiendo que los poderes del estado son tres, la iglesia no debería tomar tanto protagonismo en el tema, y su opinión debería tener el mismo peso y validez que tiene la mía o la de cualquier ciudadano Chileno. En segundo lugar en caso de no aprobarse el aborto, el Estado Chileno debería asumir no solo el rol prohibitivo sino que además acompañar y apoyar económicamente a esas mujeres a las que le prohibió abortar, como es el conocido caso de Karen Espíndola quién en su blog (osvaldomiangel.blogspot.com) relata las dificultades económicas que ha vivido luego de que no le permitieran abortar aquí en su país. Esto último es lo que más ruido me provoca, ¿porque sabe usted que hace una familia ABC1 en Chile cuando se enfrenta a una situación como esta?. Básicamente resuelven el problema de dos formas, escondiendo el aborto tras un falso diagnóstico, casos hay por montones, ó simplemente viajando fuera del país. Karen no pudo hacer lo anterior, y como ella muchas mujeres tampoco pueden acceder a esas opciones…¿y sabe como se llama todo lo anterior? Inequidad en Salud. Es bueno que se abra el debate y que todos participemos, pero por favor que algunos sectores no se autoproclamen como los únicos “defensores de la vida”, porque yo también soy un defensor de la vida y estoy a favor del aborto terapéutico, y también del eugenésico en casos particulares, que de ser legislados de forma favorable deberán quedar explícitos en la norma. Porque como dice Karen en su blog, vivir es más que sólo respirar!!…