El trabajo como terapia.

Hoy desperté, y cuando abrí los ojos estaba en Concepción. Me bajé del bus, abajo me esperaba Juan Pablo Canales, médico, becado de gineco-obstetricia, y que en pocos minutos más abre la jornada "Atención respetada del proceso de nacimiento" acá en el Hospital Las Higueras de Talcahuano. Es un hecho que en todos lados son las generaciones más jóvenes, con apoyo de las que tienen más tiempo y están en posiciones de jefatura, las que van generando el cambio.
Me comenta, mientras vamos rumbo a su casa, que la primera vez que me escuchó iba en primer año de la beca, en el Curso CEDIP 2014, y que fue muy motivador. Que hoy abriría con algunas ideas que compartí en aquella oportunidad. Le dije que su retroalimentación era el mejor combustible para partir el día laboral.
Y bueno, aquí estamos, a minutos de partir una jornada que acá han preparado con mucho cariño y dedicación. Recién el viernes confirmé mi participación, nos invitaron para que expusiéramos la implementación del modelo de parto personalizado que hoy estamos haciendo en el Hospital de La Florida. Cerramos el primer día jornada, contentos de que estos espacios se multipliquen a lo largo del país, y agradecidos de la invitación a compartir nuestro trabajo.
Acá llueve, como gran parte de mi infancia en tierras sureñas. Me siento como en casa, el petricor me recibe casi como la amoraterapia que algunas colegas utilizan en nuestras SAIP acompañando a mujeres en el proceso de traer vida a este mundo. Agradezco estar en este lugar y en este momento, a veces el trabajo funciona como terapia.