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“Indignense para exigir, no para pelear, no para pegar”




Con esas palabras Ana Stipicic invitaba a la ciudadanía a empoderarse luego que la Ministra del Medio Ambiente “Aprobara con observaciones” el proyecto Mina Invierno en Isla Riesco.


Esta frase representa el más genuino sentimiento que hoy llena los corazones y el espiritu de miles de ciudadanos alrededor del mundo. Aún hay algunos que no entienden que esto no tiene color político, o aún peor, no entiende que esta revolución es realmente pacifica, es una revolución con argumentos, pero como dicen por ahí, hasta el “perro más manso si lo provocan y lo violentan a diario muerde a su dueño”, estamos INDIGNADOS!!.


Justamente el llamado de Sthephane Hessel en su manifiesto “Indignate!” es a esto, a no ser indiferentes con lo que ocurre alrededor nuestro. Quienes hoy gobiernan no entienden esto. Las decisiones y los proyectos de vida que toman ciudadanos comunes y corrientes son destrozados cuando llegan los intereses empresariales, por que no nos mintamos, esa frase de que “Chile necesita energía” hace rato que ya no la compramos. Quizás quieren decir que sus bolsillos quieren energía, pese a estar llenos de dinero aún quieren más. Y hago referencia a las 4.500 familias que viven en el mundo de “Bilz y Pap” como escribió Kremerman hace unas semanas en El Mostrador, que representan el 0,1% de los hogares del país. En EE.UU la consigna es “somos el 99%”, acá debería ser entonces “somos el 99,9%”, pero no nos escuchan, dicen velar por nuestros intereses, pero tienen miedo de que realmente nos expresemos, ninguna agrupación ciudadana y sus decisiones son vinculantes. Tenemos un voto, la clase política nos escucha durante el periodo de elecciones y se pasean saludándonos de la mano, una vez elegidos volvemos a ser mudos, y ellos sordos.


Vivimos en un país donde el 5% más rico de la población genera ingresos autónomos 830 veces mayores que el 5% más pobre; en un país donde los hogares tienen una deuda promedio equivalente a 7,5 ingresos mensuales; en un país en que el 60% de sus habitantes vive peor que en Angola; un país donde 4 familias poseen una fortuna que equivale al ingreso anual del 80% de la población. Según todos los informes de la OCDE vivimos en el país de la INEQUIDAD!! ¿Qué más datos necesitamos?. Y como guinda de la torta, se homenajea a asesinos y torturadores que cometieron delitos de lesa humanidad a vista y paciencia de (casí) todo un país, y “su gobierno”.


Los derechos humanos (en cuya redacción participó el propio Hessel) no son opcionales, y hace años están siendo vulnerados. ¿Se ha preguntado alguna vez Cuáles son sus derechos humanos?¿Los conoce?. De hecho hace años están vulnerando nuestra dignidad, pero aquí estamos y nos hacemos llamar in-dignados, no ex-dignados. Protegemos nuestra dignidad, estamos convencidos que desde nuestra revolución interior podremos combatir lo externo, no nos dejaremos pisotear, reaccionaremos y exigiremos cambios cada vez que sintamos que nos están pasando a llevar.


Hay una frase tremenda que dice “la tierra no la heredamos de nuestros padres, sólo la tomamos prestada de nuestros hijos”. ¿Hemos pensado en como la van a recibir cuando nosotros ya no estemos aquí?. Debemos entender como ciudadanos concientes, que tenemos sólo una vida para cambiar las cosas y es esta.

No es normal que cuando una empresa contamina a un colegio, se opte por cerrar el colegio. No es lógico que hayan poblados en el norte que no tengan agua producto del uso que hacen de esta algunas empresas mineras. No es aceptable que la región que alberga la gran mayoría de las mineras en el país, sea a su vez la región con la más alta incidencia de cáncer entre sus ciudadanos. No es racional el trato que el estado de Chile hace años ha dado al Pueblo Mapuche. No es aceptable que después de 6 meses de movilizaciones, se este negociando a espaldas de los estudiantes. Las cosas no se están haciendo bien hace mucho tiempo. ¿Hasta cuando vamos a permitir esto?.


Es ahí entonces que nos unimos a este llamado de “Indignarse para exigir” que hace Ana Stipicic del movimiento ciudadano Alerta Isla Riesco. Tomemos conciencia de quienes somos, de cuanto valemos, y sólo ahí podremos comenzar a tejer el cambio. Urge que como sociedad cambiemos nuestros valores y creencias colectivas, cuando algunos esbozan aquella frase “tenemos lo que merecemos” probablemente no se equivocan. Mientras tengamos valores individualistas y materialistas las cosas no cambiaran. Tenemos que lograr que los resultados que vemos a diario en nuestro país vayan de la mano de los valores que promovemos.


Comparto con ustedes palabras textuales que dijo Alfredo Sfeir Younis en una reunión que tuvo con nosotros hace una semana:

“Si las fuerzas del egoísmo, la avaricia, y de la competencia desenfrenada fueron capaces de construir una sociedad tan inmensa y un sistema mundial tan expandido que nos humilla, oprime, deshumaniza, y nos separa de nuestro ser.

Que destruye todo lo bello, lo que tiene la vida, todo lo que es inocente, vulnerable, que exprese amor y sabiduría.

Nosotros los indignados, los afectados, las victimas de tal plan debemos, en unión total, ser capaces de recrear un nuevo mundo.

Que incluya a todos.

Que respete la vida, que nutra la vida en todas sus expresiones.

Que promueva lo sano, lo hermoso, lo creativo, y lo que promueve la naturaleza.

Que ofrezca las condiciones para la expansión de nuestro ser interior y la afirmación de nuestro compromiso con toda nuestra comunidad”

El llamado finalmente es a seguir luchando, la indignación debe ser nuestra provocación para la gran revolución interior. Sigamos INDIGNADOS y COMPROMETAMONOS!!!

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