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Responsabilidad Social Empresarial y Salud: ¿Nos interesa ese tema?




La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un concepto con poco más de una década de desarrollo, la pregunta que me surge al escribir esta columna es ¿Acá en Chile nuestras grandes empresas son responsables socialmente?.


El año 2005 en la “Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos”, la UNESCO incluyó entre sus principios el concepto de “Responsabilidad Social y Salud”. Años antes, en 1999 la ONU en un Pacto Mundial agrupó 10 principios asociados a la RSE en 4 grupos temáticos: Derechos Humanos, Condiciones laborales, Medioambiente y Anticorrupción. Todo lo anterior lo comento para señalar que no es un tema que esté en pañales, sino que al contrario, debería ser un tema incorporado en el ADN de las empresas.


El año 2004, en París, al finalizar una reunión de la UNESCO se emitió un informe en el que se señala y advierte sobre el desarrollo de nuevas enfermedades como consecuencia de la degradación ambiental y que la polución química constituye una amenaza general para los niños y para la supervivencia del hombre; añadiendo que las sustancias contaminantes son cada vez más numerosas y que un gran número de esos productos contaminan la atmósfera, el agua y la cadena alimenticia.


Tome asiento, ¿Sabía usted que la Región de Antofagasta, reconocida como la región minera por excelencia, es a su vez la región de Chile con mayor incidencia de cáncer?, pues bien, esta información se sustenta en un informe presentado por el Minsal durante el segundo semestre del año pasado, en el se muestran los datos del quinquenio 2003-2007, y la conclusión de la presentación (en la que no hubo prensa invitada) señala explicitamente que “la evidencia científica indica que existe una mayor incidencia de algunos tipos de cáncer asociados a determinantes sociales y factores de riesgo ambientales en esta región.”


El 2011 en Puchuncaví, en la escuela “La Greda”, fuimos testigos de 3 episodios masivos de intoxicación de alumnos y profesores. Hasta el día de hoy la empresa más contaminante de la ciudad, que pertenece a Codelco, aún funciona, es decir los niños que ahí viven están expuesto de manera continua a una serie de contaminantes que, según expertos toxicólogos, los llevará a padecer enfermedades en su adultez.

El último caso insigne de nuestro país es el de Freirina, donde Agrosuper no sólo contamino con malos olores y moscas el aire de toda una provincia, sino que también ponía en riesgo el agua de la población producto de las concesiones sobre ésta.


Los tres casos anteriores ponen de manifiesto 2 cosas: La poca falta de ética de las empresas involucradas, y la falta de regulación y políticas de estado que garanticen a todos los Chilenos vivir en un ambiente libre de contaminación. Lo último, pesé a que el año pasado en el “1er Congreso de Salud y Pobreza en Chile” el mismo Ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció los objetivos sanitarios de la década 2011-2020 y enfatizó en que el objetivo estratégico Nº6 consistía justamente en “Proteger la salud de la población a través del mejoramiento de las condiciones ambientales y de la inocuidad de los alimentos”. ¿Qué hace el Estado Chileno para garantizar eso? ¿O acaso soy el único ciego que no ve medidas reales?.


Nadie puede discutir la relación que existe entre salud y medioambiente. Es tal la importancia, que de acuerdo a reportes de la OMS, un 24% de las muertes se debe a factores ambientales, y en el caso de las enfermedades la proporción es bastante similar alcanzando un 23%. Es hora de que definamos prioridades y seamos claros en nuestra preferencias: ¿Salud, ó crecimiento económico a toda costa?

Publicado originalmente en Matasanos

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