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Asimetría de información en salud.




Muchas veces me ha tocado preguntarle a pacientes sobre motivos de su cesárea anterior, medicamentos que ha tomado durante el embarazo ( y los motivos), o por interpretación de exámenes evaluados por algún especialista, y no tienen idea, no porque tengan mala memoria, simplemente porque nadie les explico con claridad.


Por ejemplo, el sábado recién pasado me toco entregar algunos documentos a una paciente que se iba de alta, se había sometido a una “laparoscopía exploratoria” para buscar el motivo de sus dolores pélvicos y estaba muy molesta y llorando en su pieza, le pregunte el motivo y me dijo “A mi el doctor me dijo que con este procedimiento me curarían, y hoy cuando me dio el alta me dijo que no encontraron el motivo del dolor y voy a tener que hacerme otros exámenes. Si el me hubiese explicado que esto era sólo para descartar y buscar, y no para curar, no me hubiese sometido al procedimiento, gasté el pie de mi casa en esta cirugía y me voy sin una solución.”


Les puedo contar además que cuando le pregunto a una paciente, generalmente en el sector privado, cual es el motivo de su cesárea me empiezan a nombrar, en la mitad de los casos, argumentos que todos quienes trabajamos en el área sabemos que no son indicación de cesárea, como por ejemplo “viene con un circular”, “es que no me han dado contracciones”, “es que soy muy estrecha”, “no me dilaté”, “no se acomodó”. Algunos de los argumentos anteriormente señalados son indicación de cesárea sólo una vez que la mujer ya se encuentra en trabajo de parto, antes no. Lo anterior explica por ejemplo que en el sector privado 6-7 de cada 10 recién nacidos nazca a través de una cesárea, la OMS no recomienda que sean más 1-2 por cada 10.


¿Cómo puede saber una paciente si el profesional “le miente”? ó preguntado un poco más en positivo ¿Cómo puede saber una paciente si el profesional esta poniendo a su disposición toda la información necesaria como para tomar una decisión correcta?. La información en la RAE esta definida como “la comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que poseen sobre una materia determinada”, lamentablemente, y como en muchas áreas, la asimetría de información que se produce entre las partes en salud, es decir entre el profesional y el paciente, es abismante. La asimetría de información puede inducir demanda, y una vez más pongo como ejemplo las cesáreas en el sector privado.


Pero no sólo en los procedimientos quirúrgicos tenemos que ser cuidadosos con la información, sino en cualquier prestación de salud. No sólo porque es un elemento que aporta satisfacción (la evidencia lo señala), sino porque somos nosotros mismos los que nos quejamos después de la poca educación que tienen en salud nuestros pacientes, pero no hacemos nada por cambiar eso.


Finalmente, el consentimiento informado no sólo se entrega para firmarlo, hay que explicarlo, pedirle al paciente que lo lea y dar la oportunidad de que resuelva todas sus dudas. Disminuir la asimetría de información depende de nosotros, y mientras más educados estén nuestros paciente, más beneficiados estarán ellos, nosotros y el sistema.

Publicado originalmente en Matasanos

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