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Una historia de nunca acabar: Estudiantes de la USACH visibilizan problemas con campos clínicos.




“Nueva regulación de campos clínicos facilita el negocio de las universidades privadas” titulaba la columna de una de las periodistas de Radio Bio-Bio el 18 de Abril del 2012 y que pueden ver AQUÍ. Por otro lado aquí mismo en Matasanos, y ese mismo día, se publicaba la columna “Nuevo reglamento de Campus Clínicos: ¿Solución para viejos fantasmas?” que pueden leer AQUÍ.


El 18 de abril se anunciaba con bombos y platillos un reglamento que buscaba solucionar un problema que se arrastra desde hace un par de años. Los campos clínicos, que son los lugares donde los estudiantes de las carreras de la salud hacen sus practicas profesionales, estaban en el ojo del huracán debido a que se cuestionaba la forma como eran asignados a las distintas universidades, básicamente se licitan “al mejor postor”, y fuimos testigos de algunos desalojos que fueron de conocimiento público, y sobre los cuales también se ha escrito acá en Matasanos (Leer AQUÍ). Las universidades privadas defienden este sistema señalando que hay que competir en igualdad de condiciones sin privilegiar a las universidades estatales. Todos quienes trabajamos en educación sabemos que la pelea por los campos clínicos jamás será en igualdad de condiciones, los recursos con los que cuenta una universidad privada no son comparables a los recursos con los cuales cuenta una universidad estatal, sin considerar que muchas de ellas actúan de forma ILEGAL (le guste o no), ya que lucran, algo que está terminantemente prohibido, y ha sido uno de los temas que ha puesto en el debate el movimiento estudiantil desde comienzos del 2011.


Más allá de la la “pelea” por los campos clínicos en igualdad de condiciones, me parece que el estado sí debería privilegiar a las universidades estatales por sobre a las privadas. La opinión anterior se basa sólo en la lógica de fortalecer las instituciones del estado, que son las que financiamos todos a través de nuestros impuestos, y que por lo tanto son “patrimonio” de todos los chilenos.


Algunos argumentan que la relación público-privada trae beneficios al hospital, y muchos somos testigos de como hay universidades privadas que han entregado a los hospitales desde ambulancias hasta pabellones quirúrgicos completamente equipados. Pero la pregunta que planteo en esta parte de la discusión es ¿Es rol del sistema de educación superior (público ó privado) abastecer de insumos y mejorar las infraestructura de los hospitales públicos? ¿Esa va a ser la forma a través de la cual vamos a tapar los hoyos del sistema público de salud?. El estado debería hacerse cargo de sus instituciones y por lo tanto favorecer convenios entre ellos.


A continuación les quiero compartir un video que publicaron hace un par de días los estudiante de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago en el que ponen de manifiesto la realidad de la institución y cómo la forma de licitar los campos clínicos afecta de forma directa la formación de los profesionales de las universidades estatales.


Publicada originalmente en Matasanos

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