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Cuidado: Mujer empoderada!!




El día 2 de octubre recibí en mi correo el testimonio de una mujer que denunciaba haber sido discriminada por un médico. A continuación les cuento la historia, cuyo final es feliz para la mujer… no así para el médico. Todo esto sin duda debería marcar un precedente en favor de todas las mujeres del país, e invitarnos a crear conciencia a todos los profesionales de la salud que trabajamos con los procesos fisiológicos de la mujer.


Maria Lidia Fenick, psicopedagoga y educadora diferencial, consultó hace unos meses en VidaIntegra de Alameda por una dolencia respiratoria, en el momento en que el médico le indicó el tratamiento ella le solicitó medicamentos compatibles con la lactancia. El le pregunto la edad de su hijo, y ella respondió “1 año 5 meses”, ahí comenzó todo el problema. El Dr. Gil le señaló que debía suspender la lactancia, que no era necesario dar pecho más allá de 6 meses, y que sólo las “indias” lo hacían. Maria Lidia salió de la consulta sin tratamiento, sin información clara, e indignada. Me escribió preguntando ¿Que pasa con una mujer desinformada que se encuentra con este médico?. Una pregunta llena de sentido común, y cuya respuesta es lamentable; una mujer desinformada le creería todo, y no cuestionaría absolutamente nada, por lo tanto suspendería, de manera innecesaria, su lactancia.


Producto de lo anterior, Maria Lidia escribió cartas al Sernac, a la propia clínica e incluso a algunos diarios, además acudió al comité de ética del Colegio Médico (Regional Santiago) quienes de manera unánime rechazaron su reclamo y lo declararon inadmisible señalando que la actitud del médico ha “sido prudente, enmarcándose su actuar dentro de las normas éticas de orden” y que la lactancia prolongada se “refiere a situaciones excepcionales en países subdesarrollados”. Esta respuesta no la dejó tranquila, y finalmente apeló a esta resolución al Comité de Ética del Colegio Médico, esta vez el Tribunal Nacional acogió la apelación y declaró admisible la denuncia, motivo por el cual la citaron para hoy en la mañana, a eso de las 10:30. No fue sola, junta a ella llegaron una decena de madres que protestaron en favor de la lactancia, y exigiendo que los médicos informen de manera adecuada a las mujeres.


Luego de tener su “cara a cara” con quién la discriminó, frente a un tribunal compuesto por 5 médicos, la resolución fue que él Dr Gil deberá pedir disculpas públicas y hacer un curso de actualización sobre lactancia, puesto que reconoció que el no sabía mucho de eso ya que era un “médico de adultos”. El Presidente de la Comisión antes de despedirse le dijo a Maria “que un doctor llegue a esta instancia es un fuerte shock para él, la felicito por su lactancia!!”


Escribo esta columna hoy, porque tengo la convicción de que esto servirá para marcar un precedente. Los profesionales de la salud, no sólo médicos, debemos considerar los deseos de una mujer, debemos proporcionar información respaldados en la última evidencia disponible, y no entregar información parcializada pensando que “no sabe nada”, porque ya vimos, ocurren cosas como estas. Las mujeres cada día están más informadas y empoderadas, y como profesionales de la salud debemos estar a la altura de las circunstancias.

No hay que olvidar que nada produce tanta satisfacción a un usuario de un servicio de salud como la calidad y el trato humano entregado a ellos, además de la forma como nos comunicamos y la información que le entregamos. Lo anterior según un informe encargado por el MINSAL que fue presentado en Enero de este año.

Celebro la resolución del Colegio Médico y la forma como resolvieron la situación, pero lo que más celebro es que en nuestro país hoy tengamos mujeres como Maria Lidia, y como todas aquellas que la acompañaron. Mujeres que están dispuestas a dar la pelea porque se respeten sus derechos de ser madres y de dar pecho hasta cuando ellas quieran, sin ser juzgadas. Es un signo claro de que vamos avanzando como sociedad, lento, pero seguimos avanzando.


Ya lo saben, tengan cuidado con las mujeres 2.0, tienen información y están empoderadas. Es momento de que cambiemos el chip, y dejemos ese modelo paternalista y anticuado de lado. No conduce a nada bueno.

Publicada originalmente en Matasanos

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