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Reforma Tributaria Saludable: ¿El mercado o nuestra salud?.



Si uno le pone el termómetro al debate en Chile, de seguro el tema de la Reforma Tributaria marcaría al menos una febrícula.


El debate está abierto, y un grupo de profesionales de la salud ha propuesto ir más allá con esta reforma y volver a poner al Estado como un garante de la salud de las personas proponiendo una #ReformaTributariaSaludable. No soy una de las cabezas de las idea, quiero aclararlo, pero adhiero y la respaldo plenamente (adhiere tú también aquí).


Con cada política, la salud de la población se puede ver influenciada. Una reforma tributaria no es la excepción, y de ahí la importancia de darle la mirada salubrista desde su génesis. La lógica tras esta propuesta es simple, una Reforma Tributaria Saludable significa que el cobro de impuestos considera el daño potencial de los productos a la salud de las personas. Dado lo anterior es que se propone aumentar impuestos a bebidas azucaradas, al tabaco y al alcohol, tres productos que no tienen ningún valor nutricional, pero que sin embargo producen un grave daño a la población.


Lo que plantea la Campaña por una Reforma Tributaria Saludable es que los impuestos constituyen la medida más costo-efectiva para reducir el consumo de bebidas azucaradas, alcohol y tabaco. ¿Cómo no apoyar tan noble causa?.


Sin embargo no todos están de acuerdo.


El señor Andrónico Luksic, en la última junta de accionistas de CCU, manifestó su preocupación ante el alza de impuestos de esos productos. Lo cito textual: “No puedo terminar estas palabras sin manifestar nuestra preocupación respecto del proyecto de reforma tributaria presentado al análisis del Congreso Nacional… confiamos en que nuestros legisladores hagan un profundo estudio, a fin de que puedan considerar los efectos que estimamos negativos en su eventual aplicación”. Efectos supuestamente negativos para el mercado, lo que nos invita a hacernos una pregunta como sociedad: ¿De que nos vamos a preocupar para legislar, del mercado o de nuestra salud?.


Por otro lado el diputado Matías Walker ha mostrado profunda preocupación por como esto puede afectar a los pisqueros. ¿Qué pretende? ¿Seguir incentivando el crecimiento de un mercado sin intentar al menos contener las externalidades negativas asociadas a su crecimiento?. Su defensa en favor de los productores de pisco nuevamente deja en un segundo plano la salud de quienes componemos esta comunidad llamada Chile.


No estamos hablando de prohibir el tabaco, ni el alcohol, ni las bebidas; pero sí de influir en los factores asociados a su consumo. A continuación les expongo algunos datos para que entendamos la magnitud del problema de salud asociado a cada uno de los productos anteriores.

- Los adolescentes chilenos entre 13 y 15 años son los mayores consumidores de tabaco a nivel mundial. Y en mayores de 15 años, Chile encabeza el ranking al menos en América Latina (Atlas Mundial del Tabaco).

- Un 30% de las muertes por accidentes de tránsito en Chile se asocian a consumo de alcohol (Carabineros de Chile). Además, 14 de cada 1.000 chilenos presenta dependencia al alcohol.

- Consumir una bebida azucarada de 600 ml. es equivalente a consumir 12 cucharadas de azúcar. Sí, leyó bien, doce. La obesidad infantil en Chile llegó a un 44% en 2012 (Simce de Educación Física 2012) y nada hace pensar que por arte de magia comenzará a disminuir.


La coyuntura política actual nos puso el debate de una reforma tributaria sobre la mesa. Quienes trabajamos en salud debemos hacer nuestro el debate y aportar con conocimientos, con estos espacios, y con todo lo que tengamos a la mano, para que de una vez por todas nuestra salud esté por sobre el mercado.


Señor Luksic, lo invito a usted, que esta nadando en los millones de dólares que generan sus empresas, a que alguna vez en la vida deje de preocuparse en el mercado y piense por un instante en las externalidades negativas que generan sus negocios en nuestra salud. Sólo un instante. Publicada originalmente en Matasanos


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