Resignificar el dolor
- Gonzalo Leiva Rojas
- 30 oct 2015
- 2 Min. de lectura

Tengo un amigo que se ha hecho muchos tatuajes, y su relación con el dolor es bien particular, porque siempre supo que le dolería, sería bien iluso pensar lo contrario. Se preparó mentalmente para su primer tatuaje y a pesar de eso le dolió un montón, sin embargo siguió,y hoy ya tiene varios, todos le dolieron. Aún así, irá por más. El resignificó el dolor, supo que estaría ahí, pero su trabajo fue tratar de pensar en que era un dolor limitado en tiempo, y necesario para un fin mayor, su anhelado tatuaje. Me acordé de esto, obviamente guardando las proporciones, luego de leer hace unos minutos un escrito de Cristina Alonso, partera española, que aparece en el libro Bienvenida a La Vida, y que no puede explicar de mejor forma la idea de resignificación del dolor. Cito "Si podemos empezar el trabajo prenatal hablando de que el parto duele y que es un proceso transformativo ese dolor, podemos usar ese tiempo prenatal para ir preparando esa transformación. Y entonces ¿qué necesitas en ese parto doloroso? ¿Necesito a mi marido? ¿Necesito a mi suegra?¿Dónde me voy a sentir más fuerte y potente para transformarme y dónde menos?. Y allí poder diseñar dentro de lo sorprendente que es el parto, los factores que si están bajo nuestro control dónde, quién esta allí y qué hacen cada uno y cuánta tecnología hay allí. Lo demás no sabemos cuándo va a ocurrir, cuánto vaya a durar, qué va a pasar en ese camino. Pero si empezamos el parto sabiendo que va mucho más allá de un acto doloroso donde sale un bebé podemos prepararnos mucho para que sea algo más" Extracto del Libro Bienvenida A La Vida: Un libro de partos en primera persona. de Fundación Eomaia. (http://www.fundacioneomaia.org/)