14 meses y siete dientes después: La primera visita a la dentista.
Luego de 14 meses de vida, y después de ver la salida de siete dientes y haber introducido el cepillado como una "rutina entretenida", nos tocaba la primera visita a la dentista. Fuimos a ver a la Dra. Schellhorn, odontopediatra que hace más de una década propuso al estado implementar el control dental del lactante. Las prioridades de la época hicieron que la idea fuera descartada. Actualmente la primera visita dental suele ser entre los 2 y 3 años, al menos en el sistema público de salud, "muy tarde si queremos promover una buena salud bucal" me explicaba la Dra. Schellhorn. Ella misma hace un tiempo me transmitió la importancia de esta visita, así que la semana pasada nos decidimos y pedimos hora. Estas líneas no tienen otra intención que transmitir las ideas claves con las que me quedé en la visita de hoy. La parte semiologica de la visita estuvo compuesta de una entrevista enfocada a profundizar en el parto (periodos de hípoxia en el parto explican, por ejemplo, problemas en el esmaltado), en la lactancia y en la alimentación complementaria en la actualidad. El examen físico, muy breve y poco invasivo revisó dientes, lengua, frenillos, paladar y anatomía ósea y muscular. La mejor parte vino con la educación sobre el cepillado, pero antes de explicarla creo que vale la pena hablar un poco de los dientes. Los dientes de leche son 20, y desde que comienzan a asomar tienen sobre ellos, y escondidos en la profundidad de las encías, los dientes definitivos. Por tanto cuidar el ambiente de esos dientes es heredar el ambiente a los que vendrán. Si despreocupamos los dientes de leche, estamos condenando a un ambiente cariogenico a los que seguirán. Dicho lo anterior procedo con la técnica. La idea es que los bebés se familiaricen con el cepillo, a través del ejemplo y el juego. Una vez que el cepillo ya es familiar se deben cepillar los dientes muy similar a como lo hacen los adultos, por enfrente, por detrás y la base. Lo distintivo viene a la hora de cepillar (masajear) las encías, esto aumenta la irrigación en esa zona y favorece el desarrollo de los dientes definitivos. El cepillado debe ser realizado por el adulto para que sea eficiente. El cepillado inicialmente se recomienda una vez al día, idealmente antes de acostarse, la frecuencia aumentará en la medida que vayan aumentando los alimentos cariogenicos (altos en azúcares). No se recomienda pasta dental en estos primeros cepillados (con cepillos con cerdas, no de goma). Pero si me recomendó que si tenía tomillo, hiciera una infusión con el, y depositará esa infusión sobre el cepillo antes de cepillar. El tomillo tiene propiedades antimicoticas y antisépticas. La visita terminó con un abrazo de mi hija a la doctora, y con la sensació de "pucha que es importante la promoción en salud", y de cómo importa crear buenos hábitos desde la infancia temprana. Vuelvo a aclarar, esto no lo escribo siendo ningún experto en dientes. Solo siendo un padre que hoy fue con su hija a la primera visita al dentista.